De la rutina a la creatividad: Cómo transformar tu empresa
Instituto Escadia 04 / Octubre / 2024
En el mundo empresarial, la innovación y la creatividad son como dos caras de la misma moneda. Sin embargo, no siempre es fácil saber cómo desbloquear nuevas ideas o encontrar soluciones diferentes a los problemas de siempre. Es posible que, como director de empresa, emprendedor o gerente, te hayas encontrado en situaciones en las que sientes que te enfrentas a los mismos desafíos una y otra vez, sin saber cómo abordarlos de una manera nueva. Pero, ¿qué pasaría si cambiaras tu forma de pensar? ¿Y si la creatividad pudiera desarrollarse con las herramientas adecuadas, permitiéndote romper paradigmas y salir de la zona de confort?
En esta entrada, exploraremos distintas estrategias para fomentar la creatividad y la innovación en tu empresa. Desde el pensamiento lateral, que te ayudará a ver los problemas desde un ángulo completamente diferente, hasta el enfoque de job to be done, que te permitirá comprender las necesidades de tus clientes desde una perspectiva única. También discutiremos la importancia de cuestionar esos paradigmas que pueden estar frenando tu crecimiento y la necesidad de salir de la zona de confort para explorar nuevas oportunidades. Si buscas una forma de transformar la cultura de tu empresa y generar ideas que realmente marquen la diferencia, has llegado al lugar indicado.
Pensamiento lateral: Una puerta hacia ideas disruptivas
En el mundo empresarial actual, donde la competencia es cada vez más fuerte y las expectativas de los clientes cambian rápidamente, encontrar soluciones innovadoras se ha vuelto una prioridad. Pero, ¿cómo puedes generar ideas realmente nuevas cuando siempre piensas de la misma manera? Aquí es donde entra el pensamiento lateral.
El pensamiento lateral, también conocido como pensamiento divergente, es un concepto desarrollado por el psicólogo Edward de Bono, quien propuso esta forma de pensar como una alternativa al pensamiento lógico tradicional. Mientras que el pensamiento lineal o vertical se enfoca en encontrar soluciones paso a paso y dentro de los límites conocidos, el pensamiento lateral implica ver el problema desde perspectivas diferentes y no convencionales, cuestionando las premisas que normalmente no se cuestionarían.
Imagina que estás ante un desafío de negocios, como mejorar la experiencia del cliente en tu tienda física. Si sólo piensas de manera lógica, probablemente revisarías los procesos actuales e intentarías optimizarlos: agregar más personal, mejorar la disposición de los productos, capacitar mejor a tu equipo. Pero si aplicas el pensamiento lateral, podrías hacer preguntas que parecen fuera de contexto: ¿y si no hubiera empleados? ¿y si la tienda no fuera física, sino una experiencia completamente virtual? Este tipo de preguntas pueden parecer absurdas al principio, pero es precisamente en esta apertura a lo “ilógico” donde reside el poder de encontrar soluciones disruptivas.
El objetivo del pensamiento lateral es generar un espacio libre de juicios y explorar múltiples caminos para resolver un problema, más allá de lo obvio. Se trata de desbloquear la creatividad al explorar todas las alternativas posibles, sin descartar ninguna idea por considerarla “fuera de lugar”.
Aquí algunas técnicas que puedes usar para aplicar el pensamiento lateral dentro de tu empresa:
- Provocaciones: Una provocación es una idea aparentemente absurda o imposible que se plantea como punto de partida para generar nuevas ideas. Al desafiar las premisas básicas de un problema, las provocaciones obligan a pensar de manera diferente.
Si tu negocio es una cafetería y te preguntas «¿qué pasaría si el café fuera gratis?», esa provocación te puede llevar a pensar en modelos alternativos de ingresos (como cobrar por la experiencia, vender productos complementarios o hacer alianzas con marcas). La idea no es tomar la provocación literalmente, sino usarla para salir de la caja. - Cambio de perspectiva: Consiste en ver el problema desde diferentes puntos de vista. Cambiar de perspectiva puede significar adoptar el rol de un cliente, un empleado, o incluso un competidor.
Si eres el dueño de un gimnasio, en lugar de pensar solo como propietario, ponte en el lugar de un cliente potencial que nunca ha pisado un gimnasio. ¿Qué temores, expectativas o dificultades tiene? Esta nueva perspectiva puede revelar necesidades no atendidas o áreas de oportunidad que antes no habías considerado. - Replanteo del problema: Una forma poderosa de aplicar el pensamiento lateral es replantear el problema en lugar de simplemente buscar una solución. Esto ayuda a ver el problema desde un ángulo completamente diferente.
Si una empresa de software plantea el problema como «¿cómo podemos vender más licencias de nuestro producto?», puede replantearse la pregunta como «¿cómo podemos hacer que más personas utilicen nuestro producto?». Este simple cambio de enfoque puede llevar a considerar modelos alternativos como el freemium o el software como servicio (SaaS), donde el objetivo inicial es la adopción masiva y luego la monetización. - Listas de palabras aleatorias: Esta técnica consiste en seleccionar una palabra al azar (puede ser de un diccionario, una revista o una app) y usarla como inspiración para generar ideas. Aunque la palabra no tenga ninguna relación directa con el problema a resolver, puede ayudar a liberar el pensamiento y conectar ideas inesperadas.
Si la palabra elegida es «espejo» y tu negocio es un restaurante, podrías pensar en cómo incluir espejos para mejorar la decoración, crear un concepto de “espejos interactivos” para que los clientes puedan dejar mensajes, o incluso diseñar un menú que refleje la diversidad y las opciones de los comensales, como lo haría un espejo.
El pensamiento lateral es esencial para cualquier empresa que busque ser innovadora, ya que permite encontrar soluciones donde el pensamiento tradicional solo vería obstáculos. Ayuda a romper con los patrones habituales y fomenta una cultura de apertura a nuevas ideas. Muchas empresas exitosas han logrado transformar sus mercados al adoptar un enfoque lateral en sus procesos creativos.
Un caso conocido es el de Airbnb. La idea de alquilar espacios vacíos de viviendas a extraños puede sonar ilógica desde un punto de vista lineal (¿quién querría quedarse en la casa de un desconocido?), pero gracias al pensamiento lateral, sus fundadores rompieron el paradigma de la industria hotelera y crearon un modelo de negocio completamente nuevo y disruptivo.
El pensamiento lateral invita a ver los problemas desde ángulos inesperados y a explorar soluciones creativas más allá de los caminos tradicionales. Es una herramienta poderosa que permite a las empresas reinventarse y encontrar nuevas formas de hacer las cosas. A través de técnicas como las provocaciones, el cambio de perspectiva y el replanteo de problemas, cualquier equipo puede desbloquear su potencial creativo y abrirse a oportunidades de innovación inesperadas.
Rompimiento de paradigmas: Cuestionando lo «normal»
Los paradigmas son esas normas, reglas o supuestos que guían nuestras acciones, decisiones y formas de pensar. Son esos patrones que parecen ser la «manera correcta» de hacer las cosas, y que muchas veces no se cuestionan simplemente porque siempre se han hecho de esa forma. Sin embargo, aferrarse demasiado a estos paradigmas puede limitar la creatividad y bloquear la innovación. Es necesario aprender a identificarlos y, cuando sea conveniente, romperlos para abrir paso a nuevas formas de pensar y actuar.
Un paradigma es una manera particular de ver el mundo. Es un marco mental que establece lo que creemos que es posible y lo que no. Si bien los paradigmas nos ayudan a tomar decisiones de manera rápida y a sentirnos seguros, también pueden convertirse en un freno para la creatividad y la innovación, ya que nos llevan a repetir patrones sin cuestionarlos.
Por ejemplo, hasta hace unos años, existía el paradigma de que solo los hoteles y alojamientos formales podían ser opciones válidas para los viajeros. Airbnb rompió este paradigma al proponer que cualquier persona con espacio disponible en su casa podía convertirse en anfitrión y ofrecer alojamiento a turistas. Al romper con esta creencia, crearon una nueva forma de hospedaje que revolucionó toda la industria.
Para fomentar la creatividad puedes aprender a identificar qué paradigmas están presentes en tu empresa y cuáles podrían estar limitando tu crecimiento. Aquí hay algunas estrategias para romper con esos patrones de pensamiento:
- Cuestiona las creencias asumidas: Pregúntate por qué tu empresa hace ciertas cosas de determinada manera. Muchas veces, la respuesta suele ser «porque siempre lo hemos hecho así». Ese es un claro signo de que hay un paradigma en juego. Si eres dueño de una tienda de ropa y siempre has vendido de manera presencial, cuestiona la idea de que una tienda debe ser física. ¿Es posible vender de forma virtual, implementar una estrategia omnicanal, o cambiar la forma en que se interactúa con los clientes?
- Aprende de otros sectores: A veces, los paradigmas de tu industria son tan fuertes que es difícil romperlos desde adentro. Por eso, una técnica efectiva es observar lo que hacen otras industrias para resolver problemas similares. Esto puede ofrecerte nuevas perspectivas y enfoques innovadores. Una empresa de servicios financieros podría aprender de una empresa de tecnología cómo implementar metodologías ágiles, lo que sería un cambio significativo frente al paradigma tradicional de procesos largos y rígidos.
- Usa la técnica del “¿y si…?”: Esta técnica consiste en formular preguntas que desafíen las reglas del juego. Preguntas como “¿y si no cobrásemos por nuestro producto, sino por el servicio?”, “¿y si los clientes pudieran diseñar su propio producto?”, o “¿y si nuestros empleados trabajaran solo 4 días a la semana?” abren la puerta a nuevas posibilidades y plantean escenarios alternativos que podrían ser viables.Si tienes una agencia de publicidad, la pregunta «¿y si los clientes pagaran solo por los resultados obtenidos y no por las horas invertidas?» podría llevar a un modelo de negocio innovador y atractivo tanto para la empresa como para los clientes.
- Simulación de crisis: Una manera de romper con los paradigmas es simular una crisis. Pregúntate, «¿qué haríamos si mañana nuestro modelo de negocio dejara de ser rentable?» o «¿cómo podríamos reinventarnos si nuestra principal fuente de ingresos desapareciera?». Al plantear escenarios extremos, es posible encontrar nuevas ideas y romper con las limitaciones autoimpuestas. Durante la pandemia, muchas empresas tuvieron que aplicar esta técnica de manera forzada. Restaurantes que nunca habían considerado el reparto a domicilio lo adoptaron rápidamente para sobrevivir. De repente, rompieron el paradigma de que «un restaurante es solo un lugar donde se va a comer», abriendo nuevas fuentes de ingresos.
El rompimiento de paradigmas no solo ha permitido a empresas innovadoras destacar en sus mercados, sino que ha cambiado industrias enteras. Uno de los ejemplos más destacados es el de Netflix, que rompió con el paradigma de alquilar películas de forma física en tiendas de renta. Inicialmente, su enfoque de rentar DVD por correo fue una innovación, pero posteriormente rompieron el paradigma aún más con la introducción del streaming de video. Al cuestionar el modelo tradicional de la industria del entretenimiento, Netflix revolucionó el consumo de películas y series, dejando atrás las limitaciones físicas de las tiendas de alquiler.
Otro ejemplo es el de Tesla, que rompió con múltiples paradigmas de la industria automotriz: la idea de que los autos eléctricos eran lentos y de poca autonomía, la venta de vehículos solo a través de concesionarios y la necesidad de combustibles fósiles. Al romper estas creencias, Tesla ha logrado posicionarse como líder en innovación automotriz.
Romper paradigmas es muy útil para abrir nuevas oportunidades y generar innovación en cualquier empresa. Los paradigmas pueden actuar como límites invisibles que evitan que se exploren soluciones diferentes. Pero al identificarlos, cuestionarlos y reemplazarlos con nuevas formas de pensar, se abren las puertas a una creatividad sin restricciones y se generan nuevas maneras de hacer crecer el negocio.
La zona de confort: El enemigo silencioso de la innovación
A menudo se habla de la zona de confort como un lugar donde nos sentimos seguros y tranquilos, realizando tareas de manera automática y sin tomar riesgos. Y aunque esto suena como algo positivo, quedarse en la zona de confort puede convertirse en un obstáculo importante para la creatividad y la innovación. La zona de confort es ese espacio mental donde todo parece funcionar bien, donde no hay desafíos ni cambios, pero donde tampoco se genera progreso ni se permite el crecimiento.
La zona de confort se manifiesta como una serie de hábitos, rutinas y formas de pensar que se mantienen constantes con el tiempo. En una empresa, esto puede traducirse en procesos que no han cambiado en años, decisiones que se toman siempre de la misma manera y, en general, una resistencia al cambio. Si bien puede parecer que mantenerse en esa zona brinda estabilidad, también reduce la capacidad de la organización para adaptarse a un entorno cambiante y, por ende, para innovar.
Imagina una empresa que, aunque tiene buenas ventas, sigue utilizando los mismos métodos de marketing que hace cinco años. Como resultado, no explora nuevos canales digitales, no experimenta con estrategias diferentes y no busca la retroalimentación de sus clientes. Al mantenerse en su zona de confort, esta empresa está perdiendo oportunidades de crecimiento, de llegar a nuevos públicos y de adelantarse a la competencia.
Identificar que una empresa está atrapada en su zona de confort es el primer paso para salir de ella. Aquí algunos signos comunes que podrían indicar que tú o tu empresa están demasiado cómodos:
- Las mismas decisiones, una y otra vez: Si todas las decisiones se toman de la misma manera y rara vez se consideran alternativas, es una señal de que se están siguiendo patrones seguros y familiares.
- Falta de cuestionamiento: Si los procesos y métodos nunca son cuestionados ni evaluados para su mejora, la empresa está manteniéndose en su zona de confort. La innovación requiere hacer preguntas incómodas y estar dispuesto a aceptar que algunas cosas no funcionan como deberían.
- Miedo al fracaso: Las organizaciones y personas que evitan correr riesgos por miedo al error se están perdiendo oportunidades para aprender y crecer. El temor a salir de lo conocido es uno de los principales bloqueos a la creatividad.
- Satisfacción con los resultados actuales: Si la empresa está conforme con sus resultados y no busca superarse, es una señal de que está en su zona de confort. La complacencia impide ver las oportunidades de mejora y adaptación.
Salir de la zona de confort requiere intencionalidad y valentía. La innovación no ocurre en lugares de comodidad; sucede cuando estamos dispuestos a explorar lo desconocido y desafiar lo establecido. Aquí algunas estrategias para salir de esa zona y fomentar una mentalidad creativa y de innovación:
- Plantear retos regulares: Establecer desafíos internos es una forma de salir de la rutina. Por ejemplo, proponer un reto mensual a los equipos para mejorar algún proceso, lanzar una nueva campaña, o identificar un problema que no se había solucionado antes. Una empresa de tecnología podría retar a su equipo de desarrolladores a encontrar una nueva funcionalidad para su software en un periodo de tiempo limitado, permitiendo que experimenten y propongan soluciones innovadoras.
- Incentivar el aprendizaje continuo: Una forma efectiva de salir de la zona de confort es fomentar una cultura de aprendizaje constante. Esto implica capacitarse en nuevas habilidades, explorar nuevas tendencias de la industria y estar dispuesto a cuestionar y aprender de los demás. Una agencia de publicidad podría motivar a su equipo a participar en webinars y cursos sobre tendencias digitales, creatividad y diseño, lo que abre la posibilidad de incorporar nuevas herramientas y perspectivas a su trabajo.
- Promover la experimentación y aceptar el error: La innovación requiere correr riesgos y no temer equivocarse. Establecer un ambiente donde el error no sea penalizado, sino visto como una oportunidad de aprendizaje, permite a los equipos experimentar y proponer ideas diferentes.Una tienda de alimentos podría experimentar con un nuevo formato de tienda (autoservicio, cocina abierta, entrega a domicilio) y evaluar los resultados. Aunque algunas ideas no sean exitosas, la experimentación puede generar aprendizajes valiosos.
- Sal de lo conocido: A veces es necesario salir literalmente de la zona de confort física para cambiar la forma de pensar. Esto puede implicar trabajar desde un lugar diferente, organizar sesiones de trabajo al aire libre o invitar a personas externas a la empresa a compartir sus puntos de vista. Un equipo de diseño de productos podría realizar sesiones de brainstorming en un espacio creativo fuera de la oficina, como un taller de arte o un coworking, para estimular ideas frescas.
Cuando una empresa se atreve a salir de su zona de confort, no solo se abre a nuevas ideas y enfoques, sino que también fomenta un ambiente más dinámico y proactivo. Al enfrentarse a situaciones nuevas y resolver problemas desde perspectivas diferentes, los equipos desarrollan habilidades que les permiten ser más resilientes, innovadores y colaborativos.
Un ejemplo claro es el caso de Slack, la empresa de software de comunicación que comenzó como una herramienta interna para facilitar la comunicación dentro de un equipo que trabajaba en un videojuego. Al experimentar con nuevas formas de mejorar la eficiencia interna y estar dispuestos a explorar una nueva dirección de negocio, terminaron transformando esa herramienta en un producto comercial que revolucionó la forma en que las empresas se comunican.
La zona de confort puede parecer segura y cómoda, pero quedarse en ella limita la capacidad de crecer, innovar y responder a un entorno empresarial en constante cambio. Salir de esa zona requiere voluntad de cuestionar lo establecido, experimentar y estar dispuesto a aprender de los errores. Solo así es posible desarrollar una cultura de creatividad e innovación que lleve a la empresa a nuevos niveles de éxito y relevancia.
Job to be done: La perspectiva centrada en la solución
El enfoque de Job to be done (trabajo a ser realizado) se centra en entender qué es lo que realmente busca el cliente al utilizar un producto o servicio. Esta perspectiva parte de la premisa de que los clientes no solo compran productos, sino que «contratan» esos productos para que cumplan un objetivo o resuelvan un problema específico. Cuando entendemos cuál es el «trabajo» que el cliente espera que realice el producto, es posible innovar de manera más significativa, desarrollando soluciones que cumplan con esas necesidades y expectativas de manera efectiva.
El término fue popularizado por Clayton Christensen, un experto en innovación, quien afirmó que las empresas deberían entender el «trabajo» para el que los clientes están «contratando» sus productos o servicios. De esta manera, el enfoque pasa de «¿cómo podemos vender más de nuestro producto?» a «¿qué trabajo quiere el cliente que nuestro producto realice?». Esto implica observar el comportamiento del cliente no solo desde la perspectiva de las características del producto, sino desde la función o resultado que buscan.
Por ejemplo, cuando alguien compra una taladradora, no es porque desee poseer una herramienta eléctrica, sino porque necesita hacer agujeros. El trabajo que el cliente busca que la taladradora realice es «hacer agujeros». Entender este enfoque ayuda a desarrollar soluciones centradas en la verdadera necesidad del cliente, lo que puede dar lugar a productos y servicios más efectivos e innovadores.
Adoptar esta perspectiva requiere un cambio de mentalidad hacia una comprensión más profunda del cliente y sus objetivos. Aquí algunas estrategias para aplicar el enfoque de «job to be done» en tu empresa:
- Identifica el trabajo principal que tu producto está «contratado» para realizar: La idea es observar la situación desde el punto de vista del cliente. ¿Qué necesidad están tratando de cubrir con tu producto? Una empresa de jugos puede descubrir que los clientes compran sus productos no solo por el sabor, sino porque buscan una forma rápida y conveniente de tener un desayuno saludable. Con este conocimiento, podrían diseñar envases portátiles o promociones matutinas para potenciar el consumo en el horario de desayuno.
- Profundiza en el contexto de uso del cliente: Pregúntate no solo por qué el cliente usa el producto, sino cómo y cuándo lo usa. Conocer el contexto de uso puede ofrecer ideas sobre posibles mejoras o sobre cómo adaptar el producto a distintas situaciones. Un servicio de streaming de música puede encontrar que los usuarios lo utilizan durante actividades específicas, como hacer ejercicio, trabajar o relajarse. Esto puede inspirar la creación de playlists personalizadas para cada actividad o incluso desarrollar funcionalidades adicionales, como sugerencias de música según la hora del día o el estado de ánimo del usuario.
- Observa tanto los trabajos funcionales como los emocionales: El enfoque «job to be done» no solo aborda el aspecto funcional de un producto, sino también el emocional. Por ejemplo, un cliente puede comprar ropa no solo por la funcionalidad de vestirse, sino también para sentirse confiado, a la moda o cómodo. Entender estos elementos emocionales puede ser clave para diferenciarse de la competencia. Una marca de zapatillas deportivas podría identificar que sus clientes buscan, además de un calzado cómodo para hacer deporte, una manera de mostrar su personalidad y estilo. Con este conocimiento, podrían diseñar modelos personalizados o ediciones limitadas que resalten estos aspectos emocionales.
- Analiza trabajos «no realizados» o «latentes»: Estos son trabajos que los clientes aún no reconocen como necesidades, pero que pueden surgir al observar patrones de comportamiento. Descubrir estos trabajos puede abrir oportunidades de innovación no exploradas previamente. Uber identificó que los clientes no solo buscaban un servicio de transporte, sino también rapidez y comodidad a un precio accesible. Al entender estos trabajos no realizados por los taxis tradicionales (como no saber cuánto costará el viaje o tener dificultades para encontrar un taxi), crearon un modelo de negocio completamente innovador basado en la experiencia del cliente.
El enfoque «job to be done» ha dado lugar a algunas de las innovaciones más significativas de las últimas décadas. Empresas que comprenden qué trabajo buscan realizar los clientes logran diferenciarse y ofrecer soluciones que realmente se ajustan a lo que la gente necesita.
Un ejemplo de esto es Dove. Cuando la marca decidió cambiar su enfoque de marketing, dejó de vender simplemente jabón y comenzó a vender «belleza real». Entendieron que el trabajo que querían realizar sus clientes no era solo «limpiarse», sino sentirse bien consigo mismos y cuidar su piel. Al alinearse con esta necesidad emocional, lograron un gran éxito comercial, innovando tanto en su producto como en su comunicación.
Otro caso es IKEA, que entendió que el «trabajo» de sus clientes no era solo comprar muebles, sino hacerlo de forma asequible, rápida y sin complicaciones. Al ofrecer muebles desmontables que el propio cliente puede montar en casa, IKEA no solo solucionó un problema de costos logísticos, sino que también ofreció una experiencia conveniente para sus clientes.
El enfoque de «job to be done» invita a las empresas a salir de su perspectiva centrada en el producto y ponerse en el lugar del cliente, identificando qué problema necesitan resolver realmente. Entender el «trabajo a ser realizado» es clave para desarrollar soluciones innovadoras y significativas, que no solo cumplan con las expectativas de los clientes, sino que también creen valor adicional. La innovación centrada en el «job to be done» puede convertirse en un motor potente para impulsar la creatividad y el crecimiento de cualquier empresa.
Conectando las estrategias para la creatividad e innovación
La creatividad y la innovación no ocurren por casualidad; requieren intencionalidad y la voluntad de romper con patrones y formas de pensar convencionales. A lo largo de esta entrada, hemos explorado diferentes enfoques y conceptos que pueden ayudarte a impulsar la creatividad y la innovación en tu empresa.
Desde el pensamiento lateral, que te invita a desafiar tus procesos de pensamiento y buscar soluciones fuera de lo convencional, hasta el rompimiento de paradigmas, que permite cuestionar las normas establecidas. Pasando por la importancia de salir de la zona de confort, para permitirte experimentar y explorar nuevos caminos, y finalmente, adoptando el enfoque de «job to be done», que pone al cliente en el centro y redefine la forma en que creas soluciones que realmente resuelven sus problemas.
Fomentar la creatividad e innovación en tu empresa no solo se trata de generar ideas nuevas, sino de llevar esas ideas a la práctica de manera efectiva. Entonces, ¿estás listo para poner en marcha estas estrategias?
Cuando piensas en tu empresa, ¿has considerado cómo el pensamiento lateral podría ser aplicado en áreas donde quizás siempre se hayan usado los mismos métodos? Puede ser útil cuestionar aquellos procesos o desafíos que se han dado por sentado, y pensar si existen maneras alternativas de abordarlos que no hayas explorado hasta ahora.
Asimismo, reflexiona sobre los paradigmas presentes en tu empresa. Hay creencias y prácticas que se han mantenido sin ser cuestionadas por mucho tiempo; ¿podría ser el momento de romper con algunas de ellas para encontrar nuevas oportunidades de innovación? No subestimes el poder de desafiar modelos de negocio, formas de trabajar o hasta la forma en que interactúas con tus clientes.
Finalmente, ¿cómo estás abordando la zona de confort en tu organización? Tal vez tu equipo se ha adaptado a hacer las cosas de la misma manera por años y, sin darte cuenta, la comodidad se ha vuelto un obstáculo para crecer y probar cosas nuevas. Considera qué cambios podrías implementar para fomentar la experimentación y salir de esa comodidad que limita el potencial creativo de tu empresa. Y no olvides preguntarte si conoces realmente cuál es el «trabajo a ser realizado» de tus clientes. Profundizar en esta perspectiva puede ayudarte a diseñar soluciones que agreguen valor real y se adapten a sus necesidades.
Te animo a que no dejes pasar la oportunidad de aplicar estas estrategias en tu empresa. Empieza por algo simple: un reto creativo semanal para tu equipo, una lluvia de ideas enfocada en cuestionar tus procesos actuales, o una conversación honesta sobre qué paradigmas se han convertido en obstáculos. Cuanto antes pongas en práctica el pensamiento lateral, el rompimiento de paradigmas, la salida de la zona de confort y la perspectiva del «job to be done», más oportunidades tendrás para transformar y hacer crecer tu negocio.
Nos encantaría conocer tu experiencia. ¿Qué estrategias has implementado para fomentar la creatividad e innovación en tu empresa? ¿Cómo has logrado salir de la zona de confort? ¿Qué paradigmas has roto últimamente? Comparte tus ideas y aprendizajes en los comentarios, y ayudemos juntos a otros lectores a encontrar su propio camino hacia la innovación.