Liderar sin manual

Instituto Escadia 06 / Junio / 2025
Cómo enfrentar el cambio organizacional en el INEGI a través del liderazgo adaptativo y fortalecer tu rol en tiempos inciertos
Introducción
Imagina que te asignan coordinar un nuevo proyecto en el INEGI que nadie ha hecho antes. No hay procedimiento establecido, no existen referentes claros, y tu equipo te pregunta qué hacer… ¿Y si no tienes todas las respuestas? ¿Qué tipo de liderazgo se necesita cuando no hay un manual?
En este tipo de situaciones, que son cada vez más comunes en el contexto actual del Instituto, es donde entra en juego el liderazgo adaptativo. En esta entrada del blog descubrirás qué lo hace distinto, por qué es relevante para ti y cómo empezar a aplicarlo en tu área.
El contexto del INEGI: liderar en un entorno sin precedentes
Los mandos del INEGI operan hoy en un terreno marcado por cambios constantes. Desde la digitalización de procesos hasta la presión por producir estadísticas cada vez más rápidas y precisas, el entorno se vuelve más incierto. Además, el Instituto ya no trabaja en soledad: universidades, empresas tecnológicas y hasta ciudadanos generan y demandan datos con altos estándares.
¿Te has preguntado por qué ciertas decisiones parecen no tener una solución clara? ¿O por qué algunas iniciativas generan resistencia, aunque “en teoría” sean buenas ideas? Estas son señales de lo que se conoce como desafíos adaptativos: situaciones complejas sin respuestas evidentes que requieren algo más que conocimiento técnico.
¿Qué es el liderazgo adaptativo y por qué deberías conocerlo?
La diferencia entre saber y aprender
A diferencia de otros modelos, el liderazgo adaptativo no se trata de tener todas las respuestas, sino de generar las condiciones para que las personas enfrenten los retos difíciles y crezcan con ellos. Fue desarrollado por Ronald Heifetz, Alexander Grashow y Marty Linsky en Harvard, y se basa en la idea de que muchos de los problemas actuales no tienen solución inmediata.
Este liderazgo busca activar la inteligencia colectiva, promover la innovación desde dentro y ayudarte a navegar el cambio sin perder el propósito institucional.
¿Problema técnico o desafío adaptativo?
Un problema técnico tiene solución conocida: por ejemplo, si una computadora falla, llamas al área de sistemas. Pero si el problema es que tu equipo está desmotivado ante un nuevo sistema de captura, ahí no sirve un instructivo.
Ese es un desafío adaptativo: requiere cambiar actitudes, creencias, formas de trabajar… Y eso no se arregla con un curso rápido. Requiere liderazgo, no solo autoridad.
Ejemplos reales: desafíos adaptativos en el INEGI
Para entender mejor, piensa en estas situaciones dentro del Instituto:
1. Medir lo que nunca se ha medido
El INEGI ha sido pionero en estadística oficial, pero hoy enfrenta el reto de generar datos sobre fenómenos emergentes como la economía digital o el impacto del cambio climático. Aquí no hay estándares internacionales. ¿Cómo decides qué medir y cómo? Se trata de aprender sobre la marcha.
2. Respuestas rápidas ante crisis
Durante la pandemia de COVID-19, el INEGI tuvo que adaptar sus encuestas para obtener datos urgentes. Se utilizaron llamadas telefónicas y plataformas web en lugar de entrevistas presenciales. No había guías previas. Fue necesario actuar rápido y aprender mientras se hacía.
3. Transformación digital
Adoptar nuevas tecnologías no es solo comprar software. Implica cambiar la mentalidad del personal, reorganizar equipos y redefinir tareas. ¿Te suena familiar? Este tipo de transformación no se impone, se construye con liderazgo.
4. Colaboración más allá del Instituto
Ya no es suficiente producir datos internamente. Ahora se requiere colaborar con universidades, ONGs o empresas privadas. Esto rompe con la lógica tradicional del control centralizado y exige habilidades para negociar, adaptarse y generar confianza.
5. Motivación y talento
Retener talento técnico en el sector público puede ser difícil. La desmotivación no se resuelve solo con incentivos económicos. Necesita diálogo, reconocimiento, oportunidades de desarrollo y liderazgo cercano.
¿Y tú? ¿Estás liderando o solo gestionando?
Los mandos intermedios son la bisagra entre la alta dirección y el personal operativo. Toman decisiones, coordinan personas, ejecutan proyectos. Pero también tienen un rol menos visible y más poderoso: moldear la cultura organizacional.
Un mando que lidera adaptativamente es capaz de:
- Reconocer un desafío como adaptativo, no solo técnico.
- No responder de inmediato, sino invitar a otros a pensar.
- Sostener el conflicto constructivo.
- Generar espacios seguros para el aprendizaje.
- Ser ejemplo de flexibilidad y coherencia.
Si, por el contrario, actúas solo como ejecutor de instrucciones, puedes convertirte en un cuello de botella. Liderar implica pensar estratégicamente incluso cuando no estás “arriba” en la jerarquía.
¿Cómo se forma un líder adaptativo?
El liderazgo adaptativo se desarrolla como cualquier habilidad: practicando. Aquí algunas estrategias que puedes comenzar a aplicar hoy mismo:
1. Diagnostica antes de actuar
Antes de resolver un problema, pregúntate: ¿esto es técnico o adaptativo? ¿Requiere una solución conocida o un proceso de cambio más profundo?
2. Sube al balcón
Toma distancia para observar el sistema. No te dejes arrastrar solo por lo urgente. ¿Qué patrones se repiten? ¿Qué dinámicas están en juego?
3. Escucha lo que no se dice
El liderazgo adaptativo exige sensibilidad para detectar resistencias. ¿Qué pierden las personas con el cambio propuesto? ¿A qué temen?
4. Orquesta el conflicto
Evita la tentación de buscar consenso rápido. A veces, el desacuerdo bien gestionado genera mejores soluciones. No tengas miedo a los debates duros si están bien encaminados.
5. Haz pequeños experimentos
En lugar de imponer grandes reformas, prueba cambios a pequeña escala. Evalúa, ajusta y escala. Esto genera confianza y aprendizaje sin poner en riesgo toda la operación.
Mirando hacia afuera: lo que hacen otros gobiernos
El liderazgo adaptativo no es una moda. Gobiernos en todo el mundo están invirtiendo en formar líderes públicos capaces de responder a la incertidumbre.
Aquí algunos ejemplos inspiradores:
- Escocia formó a más de 500 servidores públicos en liderazgo adaptativo con el apoyo de Cambridge Leadership. Se rompieron silos entre áreas y se enfrentaron problemas públicos complejos con creatividad.
- El Ejército de EE.UU. entrenó a sus comandantes en pensamiento no lineal, porque entendió que la guerra moderna no se gana solo con órdenes claras, sino con capacidad de adaptación.
- El Banco Mundial, en países de América Latina, ha impulsado reformas financieras con un enfoque adaptativo, donde los funcionarios son parte de la solución y no meros ejecutores de directrices externas.
- La OCDE reconoce la adaptabilidad como una competencia esencial del directivo público. Los países que la han incorporado muestran mayor resiliencia en momentos críticos.
Reflexión final: el liderazgo como hábito, no como título
Liderar adaptativamente en el INEGI no se trata de tener una plaza directiva, sino de cómo actúas ante la incertidumbre. Se trata de atreverse a pensar diferente, de sostener el aprendizaje, y de construir colectivamente soluciones donde antes solo había dudas.
Recuerda: liderar sin manual no significa improvisar al azar, sino practicar una forma de liderazgo que se basa en observar, escuchar, experimentar, y mantener el rumbo sin saber todo el camino. Si tú das el ejemplo, tu equipo te seguirá.
¿Y ahora qué?
Te invito a detenerte un momento y pensar:
- ¿Qué es lo más valioso que has descubierto sobre ti mismo al leer este blog?
- ¿Qué hábito de liderazgo estás dispuesto a cambiar o iniciar desde hoy?
- ¿Qué necesitas de tu entorno para fortalecer tu capacidad adaptativa?
El liderazgo adaptativo empieza con conversaciones valientes.