Instituto Escadia 13/ Agosto / 2024

El hombre ha buscado muchas formas de ver hacia el futuro, en las obras de ciencia ficción se han creado máquinas que viajan en el tiempo que han inspirado películas y programas televisivos sin que alguien haya podido demostrar que “volver al futuro” sea posible.

Sin embargo, si analizas bien es posible ver al futuro, sobre todo si hablamos de finanzas, sin necesidad de una bola de cristal.

¿De qué depende? básicamente de tener información suficiente y pertinente.

Veamos algunos ejemplos:

Todos los días se inauguran negocios de cafetería y todos los días más del 90% de esos negocios fracasa, sin embargo, tú conoces cafeterías que mediante una marca conocida se siguen multiplicando y teniendo éxito en sitios en los que no te imaginas que pueden tenerlo.

¿Cuál es la diferencia?

El negocio que fracasa es probable que tenga un buen producto, a un precio razonable y en un sitio agradable. ¿por qué esto no es suficiente?

Falta información como ¿cuántas personas y en qué horario transitan en el sitio elegible para ubicarlo, que sean clientes potenciales?; ¿cuáles son las preferencias de esos prospectos?; ¿cuál es el precio aceptable para que adquieran el producto?; ¿cuál es el costo y gastos inherentes a la producción de las bebidas?; y, muy importante: en cuánto tiempo se llega al punto de equilibrio y en cuánto tiempo se espera la recuperación de la inversión inicial.

La respuesta a todas esas preguntas, las cafeterías de cadena o de franquicia las han resuelto favorablemente y ésta es la razón por la que, en la mayoría de los casos, tienen éxito.

La mayoría de las organizaciones formalmente constituidas cuentan con una misión y una visión, esto es: para qué se constituyen y a dónde quieren llegar, si lo piensas un poco, esto ya por sí mismo constituye una visión del futuro deseado.

Hay muchos elementos que contribuyen a la consecución de una visión, pero como verás a continuación, uno de los más importantes, es contar con un sólido presupuesto financiero y la solidez será aportada por los datos con los que cuentas y, como ya se expresó, la pertinencia de los manos.

Diferencia entre datos y percepciones

Un primer paso es definir qué son los datos y cómo se diferencian de simples percepciones, opiniones o puntos de vista.

Una percepción es la impresión que tiene alguien de lo que puede suceder: “el local es muy lindo, creo que a la gente le va a encantar”; o bien: “creo que este no es el rumbo al que vendrían los clientes a los que vamos a dirigir el proyecto”.

Si estas impresiones las convertimos en datos, entonces podemos tener un buen punto de partida para realizar un presupuesto financiero.

Por ejemplo: “Estudiamos la locación y n% de los visitantes asiduos a ese lugar prefieren X” o bien: el tránsito de personas con el perfil Z, que es el que buscamos es de Y por hora lo que lo hace viable, o lo contrario.

¿De dónde vienen los datos?

De análisis basados en fuentes confiables, existen infinidad de empresas que venden servicios de análisis de información, si el negocio, sobre todo cuando está empezando, no cuenta con recursos para contratar a un especialista, debe buscar sus datos por diferentes fuentes fidedignas.

Benchmarking

Analizar negocios exitoso, de un giro afín al que estamos pensando, en locaciones similares a la que estamos buscando, ya sea por costo de renta o de operación y copiar aquellos elementos que sean congruentes con nuestro proyecto.

Hacer visitas a la locación y hacer conteo físico de las personas que lo transitan; analizar los datos de vivienda del rumbo que se pueden obtener del INEGI; analizar qué empresas rodean el sitio y los hábitos y preferencias de sus colaboradores.

Capacidad de compra, usos y costumbres, preferencias, etc.

Mientras más información expresada en datos es mejor, aunque no hay que olvidar la pertinencia.

¿Qué datos son pertinentes?

Solo aquellos que impactan las posibilidades de éxito del negocio, no es lo mismo un negocio de consumo doméstico en una ciudad empresarial, que en una turística; ni es igual un producto de consumo, a uno industrial, la pertinencia entonces permitirá que no te llenes de datos inservibles, mientras más información tengas basada en datos, tu presupuesto será más preciso, siempre y cuando te deshagas de aquella que por no tener pertinencia con tu negocio, te haga  trabajar de más innecesariamente.

También tienes que considerar los datos de la economía, tanto del mercado al que te vas a dirigir o microeconomía, como al de la región en el mundo en el que vas a trabajar, macroeconomía, pues estas consideraciones abonan muy bien al éxito del negocio cuando las realizas y son mortales para la empresa cuando no se toman en cuenta.